Cómo pasa el tiempo, hace nada estábamos en Vladivostok, esperando el ferry y aburridos y, ahora yo estoy en mi casa de nuevo, en España, y currando día a día en la misma rutina de siempre.
Joan se quedó un tiempo en Japón, creo que hasta Noviembre que se vuelve a España. Sigue viajando por el sur de Japón.
Bueno, pues os voy a contar cómo discurrieron los últimos días del viaje, que no fueron moco de pavo, no, al contrario.
El tema de la aduana en Vladivostok fue un rollo al final. Nos íbamos un miércoles, si no recuerdo mal, y al final tuvimos que dejar las motos el martes, y encima pagar a un Broker, ya que no había manera de hacer nosotros las gestiones, no por no saber, si no por que no estaba permitido....ugggg, burocracia Rusa...
Pues nada, dimos dinero al Broker y por arte de magia se iban arreglando las cosas.
Hubo momentos que creímos que el viaje había terminado, ya que si no tomábamos el barco aquel, yo tenía que volver a mi trabajo, no tenía días, nos hubiésemos separado.
Al final, despues de muchos momentos malos y dejar buenos fajos de dinero, se arregló todo y pudimos tomar el barco.
Las motos no entran como son normal, uno con su moto en el ferry no, si no que has de dejar la moto en un garaje-money, 1 ó 2 días antes, y broker y no se qué más que suena bastante a ilegal, pero es lo que hay en Rusia y así es, o lo tomas o te jodes.....
El Ferry, si se le puede llamar así, es el barco o ferry más cutre que he visto y pisado en mi vida. Muchísima gente, muy pequeño todo, y los camarotes , el nuestro de 8, sin nada, ni lavabo nada de nada, y fijaos, las maletas, o macutos que no dejamos en las motos, por seguridad, dentro de la mini cama, así que para dormir, uffff un martirio.
La cama pequeña, una mini litera, pero si encima pones macutos, chamarra, casco...., media cama ocupada y así tuvimos que dormir....
El trayecto duró la tira, ya que es el único barco que sale una vez a la semana desde Vladivostok a Japón y encima hace escala en Korea del Sur...
Pues nada, más tiempo perdido, nos hicieron bajarnos del barco en Korea, pasar frontera salida, entrada otra vez....., increible que mal montado todo.
Bueno no todo es malo, íbamos por el mar, relajados, danzando y viendo a la gente distinta a nuestro alrededor.
Me refieron distinta a como son, Chinos, Koreanos, Japoneses, con sus típicas formas que para ellos normales y a nosotros nos son muy diferentes, aunque todo el mundo es igual en todos lados, mejor o peor, pensamientos de unas maneras u otras, y más de lo mismo en todos lados.
En el barco iba Erik y José, dos moteros, uno Francés que le está dando la vuelta al mundo y el otro un español del norte, marinero, que con ellos pasamos buenos momentos en un mundo distinto al nuestro.
Así pasamos creo unos dos días hasta llegar a Japón.
En el barco volvimos a ver tambien a nuestro ya amigo Martin, que con su ya reparada F800GS, se dirijia a Japón también.
Lo conocíamos de Mongolia, donde lo vimos en un pequeñito pueblo y luego en Ulan Bator, siempre con problemas en su moto, aunque esta vez la moto iba todo Ok.
Nos unimos los 3 ya a la entrada a Japón, y el viaje en vez de ser de 2, se convirtió en 3 motociclistas o como se le quiera llamar.
Martín es un gran tipo, Escocés de pura cepa, grandote y muy buena gente. Gracias a él, y que me iba cambiando la batería a dos por tres, me iba cargando la mía, conseguimos el objetivo, llegar a Sendai en las fechas más o menos previstas, bueno con un poco de retraso.
Y esos días de retraso me han mellado a mí, ya que no pude visitar a mis padres a Motril, en fin todo no se puede tener.
Japón es un gran país, aunque según se ve por todos lados, hay demasiada gente.
Las ctras. son muy pequeñas, aunque generalmente con bastante buen asfalto, muy distinto a Rusia y Mongolia.
Generalmente no hay rectas, son todo como pequeñas montañas, que vas subiendo y bajando por el discurrir de la ctra.
Muchísimos semáforos por todos lados y estás todo el tiempo parando y arrancando, no muy apto para motos según vimos.
La forma de conducir, por la izquierda ugggg, muy respetuosa de todo del mundo y van súper despacio que a veces te agobia el tan tan relajado sistema de moverse por todos lados.
Si a esto sumas que hacía un calor de espanto, casi los +40 grados y una humedad de casi el 100x100, ... pues bastante difícil moverse por japón, aunque poco a poco íbamos marchando.
El calor es tal, que a veces casi te mareas conduciendo, lo que hacía que parásemos a menudo a beber bastante agua y refrescos y de paso echábamos gasolina.
Todo está impoluto, todo muy limpio, exacto, exquisitamente perfecto, demás para nosotros, y la gente muy respetuosa y gentil, Arigato......jajajaja.
La moto un martírio, ya que como hacía mucho calor, muchos semáforos, pues el ventilador no paraba de funcionar y se me iba gastando la batería muy rápidamente, lo que hacía que Martín y yo cambiásemos la batería con bastante frecuencia.
Llegamos a Nagoya, y nuestro gran amigo Fran pues nos hospedó y recibió en su casa y estuvo genial con nosotros, ayudándonos en todo lo posible y nos ofreció una cena esquisita. Muchas gracias camarada por todo, eres muy buena gente.
Fui a bmw a ver si me arreglaban la moto, pero sólo tenían la batería de la moto pero el Rectificador nones, así que, seguimos para arriba hasta Sendai, con la intención de comprar el Rectificador en Sendai, por estar unos días allá y dar tiempo a que llegue esa pieza nueva.
Llegamos a Sendai, por fin, y nos instalamos en un bonito camping urbano que hay en los extrarradios de la ciudad.
A esto apareció una mujer, una guía contratada por el Ayuntamiento de Sendai, que estuvo con nosotros todo el tiempo, nos llevaba acá y allá y nos enseñaba monumentos, museos, y las famosas estátuas de Hasekura Tsunenaga y su jefe el Tate, genial.
Pasamos por el ayuntamiento e hicimos entraga del cofre, carta y demás a la alcaldesa de Sendai, traidos desde Coria del Río, fotos de rigor, en monumentos etc.
La pieza solicitada en bmw llegó por fin, pero la pusimos Martín y yo en la misma puerta de bmw nosotros mísmos y nada, al final no era eso, seguía sin cargar lo suficiente el alternador.
Al hombre mecánico de bmw, le dije que me mirase la moto con el computador, eso hizo y me comentó que no era fallo del Rectificador, si no del Generador.... menuda caquita el motorcito...
El final nones, nos teníamos que ir para Tokio y sin tiempo pues no pude pedirlo e instalarlo, además Japón es carísimo, así que mejor ya en España. Por la batería ya me soplaron 150 Euros..., y compré la mala, la buena me querían sacar 210 Euros.......
Lo que sí compré fue la batería original nueva, la mala, que al final se la regalé a Martín, ya que él la moto le iba bien pero llevaba una cutrecilla batería comprada en Mongolia.
La marcha calurosa entre Sendai y Tokio , por los problemas de la moto, que afectaban a todo el grupo, una putada, pues bajamos entonces por la autopista, que te calcan unos buenos 20 euros cada 100 kms. casi naaaaaa, en fin , pero llegamos sin cambiar ese día la batería, bueno sí, por la noche buscando hoteles a las afueras de Tokio, con el ventilador a tope y un calor de muerte, al final cambio de batería otra vez...
En Tokio estuvimos varios días, gestiones para mandar la moto de vuelta, Martín gestionando a ver lo de seguir su viaje por tierras americanas, y Joan mirando a ver dónde verse con un colega que está en Japón y luego bajarse para el sur de japón y sus islas.
Conocimos a una chica japonesa, amiga de la mujer de Joan, afincada en españa por estar casada con un español, aunque en esos momentos estaba de vacaciones viendo a su familia en japón. Muchas gracias Mami por tu ayuda, sin ella igual estaría mi moto en medio de la calle en Tokio, muchas gracias.
Tokio es enorme, aunque como ciudad japonesa todo súper limpio y exacto. Andar por esa ciudad te da relax, ya que la seguridad en las vías públicas creo que es casi perfecta. Un exquisito respeto y todo muy bien montado.
Y nada, se acabó el viaje, mi moto la dejamos en un almacén donde hacen embalajes para transportar mercancías, en el puerto de Tokio, y tras una buena cena, me despedí de Joan, Martí y Mamí, y espero verlos más adelante y ya más relajado.
El viaje ha estado muy bien, hemos visto casi toda Europa, pasamos toda Rusia y Mongolia y, aunque fue muy duro por los lugares a veces y sobre todo por el coñazo de llevar una moto maltrecha, pero bueno, hemos visto a esa gente, nos hemos relacionado más o menos, no tuvimos demasiado tiempo, y esas tierras lejanas y distintas a las nuestras pues muy bien, aunque les queda la tira para estar a nuestro nivel, .
Mongolia por ser un desierto les resta mucho, y Rusia por que aún están como evolucionando del antiguo régimen comunista que se nota mucho en todo.
Y sin más, esperando os haya gustado este viaje me despido. Deseando a Joan que le vaya todo muy bien, a Martin idem y gracias a todos por seguirnos, y ayudarnos en todo lo posible.
Un gran abrazo y nos vemos.
vicente malpica
